El laberinto del fauno: el Capitán Vidal como símbolo de la dictadura franquista
por Sofía Aguilar
El laberinto del fauno cuenta la historia de una pequeña llamada Ofelia, quien, junto con su madre, llega a vivir a la zona rural del Norte de España en el quinto año de la dictadura franquista. Carmen, la mamá de Ofelia, acaba de contraer matrimonio con el Capitán Vidal, un oficial de la Falange, y en su nuevo hogar la pequeña es infeliz hasta que se topa con un fauno, quien le promete vida eterna en el mundo sobrenatural con la condición de que pase tres pruebas.
Desde la primera interacción en pantalla de Ofelia y su madre con el Capitán Vidal, en la cual reprende a Ofelia por no saludarlo correctamente y persuade a Carmen para que permanezca en una silla de ruedas a causa de su embarazo, podemos observar que éste es un personaje bastante autoritario, ordenado y correcto. El Capitán Vidal es la representación de los valores tradicionales del régimen franquista: orden, catolicismo, anti-comunismo, primacía de los varones y confinamiento de la mujer a la reproducción y al hogar.
La Falange era el partido político único y el organismo encargado de mantener el orden socio-político en la España franquista, además era el vehículo de atracción de las masas populares. La intención era, con ayuda de la élite política, militar e intelectual, la Iglesia y la monarquía, depurar a España del comunismo para regenerar la patria y reprimir cualquier manifestación de los vencidos -los rojos- en la Guerra Civil; he ahí el propósito del Capitán en las montañas, para perseguir a los maquis que se escondían en la cordillera Cantábrica. Tal determinación es evidente en la escena de la cena que tiene lugar en el hogar del Capitán, en la cual se reúnen altos mandos intelectuales, científicos políticos, religiosos y militares a discutir, entre otras cosas, la disposición que tienen para cumplir dicho fin. Otro matiz relevante en la misma escena es el tema de las cartillas de racionamiento, lo cual revela la precaria situación económica en la que se encontró España en los primeros años de la dictadura.
En cuanto a los valores tradicionales expresados en las relaciones de género, el Capitán Vidal constantemente demerita a las mujeres que lo rodean. Desde colocar a su esposa embarazada en un estatus de discapacitada, desdeñar sus manifestaciones de afecto y tomar decisiones sobre su cuerpo, hasta ignorar el valor de Mercedes, el ama de llaves, como una persona esencial para la resistencia de los maquis, proveyéndolos de alimentos, medicamentos e informes de las estrategias y del avance falangista. Incluso en el momento de su muerte a manos de los maquis, Vidal, quien a lo largo de la historia insiste que su hijo debía ser un varón, pide que le hagan saber quién fue su padre, haciendo a un lado a Carmen y a Ofelia, figuras femeninas que de otra forma serían relevantes en su vida.
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